sábado, 6 de enero de 2018

El futuro del turismo de Madre de Dios


La región de Madre de Dios aislada
Madre de Dios es una región del Perú con características únicas y excepcionales. Tiene una superficie boscosa de selva amazónica de unas 8.5 millones de hectáreas (85 mil km2), un poco más grande que Austria, o 1.6 veces  la superficie de Costa Rica, que a lo largo de la historia colonial y republicana ha permanecido en un estado de semi aislamiento. En la década del 70 se termina de conectar Madre de Dios a las regiones de Puno y Cusco a través de una carretera de tierra la cual se veía constantemente afectada por derrumbes y caídas de puentes pudiendo bloquear el paso por varias semanas. No fue hasta el año 2006, que el Gobierno Peruano culminó la pavimentación y mejoramiento de 2.586 km de carreteras entre la población de Iñapari en la frontera de Madre de Dios con Brasil, y los puertos de la costa sur peruana.
En gran medida, este aislamiento, permitió que en Madre de Dios, se conservará una gran riqueza natural, altísima biodiversidad, con fauna y flora muy carismática, paisajes y ecosistemas en excelente estado de conservación. 45 % del área de Madre de Dios, unas 3.8 millones de hectáreas están protegidas por el estado a través de Áreas Nacionales Protegidas (ANPs). Las más visitadas son la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional del Manu. En estas ANPs se encuentran poblaciones saludables de jaguares, tapires, nutrias de río y águilas arpías, por nombrar algunas de las especies más espectaculares.

¿Cómo llegar?
Puerto Maldonado, la capital de la provincia de Tambopata donde se ubica el Aeropuerto Internacional Padre Aldamiz, es la vía más cercana y de menor costo para ingresar a la Reserva Nacional Tambopata (RNT). Venir a Tambopata es la extensión más popular entre los viajeros del circuito turístico sur. Basta tomar uno de los 5 vuelos comerciales diarios para llegar a Puerto Maldonado, con solo  40 minutos de viaje desde Cusco.  El 2016, más de 50 mil turistas visitaron esta importante Reserva[1]. El número de visitantes a la RNT casi se ha triplicado en una década[2] y los visitantes nacionales pasaron de 250 en el 2006 a más de 7 mil el 2016.

El Manu
Si bien el Parque Nacional del Manu, es una de las áreas protegidas más famosas del mundo, su acceso por carretera desde Cusco vía Paucartambo, es mucho más largo y costoso. Esto no quiere decir que el destino del Manu no sea importante, sobre todo si consideramos que el valle de Koshnipata, la entrada del antisuyo a través del Camino Inca o Qhapac ñan, es uno de los recorridos carreteros más impresionantes, con hermosos paisajes, muy alta biodiversidad y una de las mejores rutas para la observación de aves (avi-turismo) en el mundo. Sin embargo, por temas logísticos y de tiempo, el Manu difícilmente podrá competir con el acceso rápido y más barato a la Reserva Nacional Tambopata. De acuerdo con el SERNANP[3], el Manu recibe unos 9 mil turistas al año, cifra muy por debajo de los ingresos a Tambopata, sin embargo, por su riqueza natural y cultural seguirá siendo un destino muy atractivo, sobre todo para el visitante con mayor disponibilidad de tiempo.

El potencial turístico
Existen por lo menos tres razones principales por las cuales Madre de Dios cuenta con un extraordinario potencial turístico que a la fecha todavía no se ha desarrollado a plenitud: como hemos visto, Madre de Dios tiene una muy alta diversidad biológica y cultural, representada en grandes Áreas Naturales Protegidas (ANPs) con un alto grado de conservación y en diversidad de Comunidades Nativas, grupos lingüísticos y territorios ancestrales. Segundo, Madre de Dios es el destino de selva que tiene el acceso más cercano desde Cusco y Macchu Picchu, que es la primera plaza de turismo del país. Tercero, existe una política forestal donde es posible a los privados manejar áreas bajo concesión con fines de ecoturismo y conservación. Ley Forestal y de Fauna Silvestre han permitido la creación de Concesiones Forestales con fines de Ecoturismo, Conservación y Áreas de Conservación Privada. En Madre de Dios existen 25 Concesiones para Ecoturismo (casi 50 mil ha), y 13 Concesiones para Conservación que superan las 170 mil hectáreas y finalmente de una decena de pequeñas Áreas de Conservación Privada (400 hectáreas).   
El ecoturista
El turista que llega a Puerto Maldonado o que ingresa al Manu por Cusco, llega para visitar la biodiversidad amazónica, y esperan no solo poder observar fauna y flora, sino que también su visita pueda beneficiar a la conservación de la naturaleza y a las comunidades locales. Este tipo de turismo se conoce como Ecoturismo y es el principal tipo de turismo que recibe Madre de Dios, aunque también existen algunos que quieren conocer la cultura de los pueblos indígenas por lo que algunos de los visitantes se pueden catalogar como Etno-ecoturistas.
La mayoría de turistas extranjeros que llegan a Madre de Dios ya adquirieron un paquete turístico en su país de origen, es decir, muy pocos llegan a la ciudad de Puerto Maldonado y deciden que hacer a partir de ahí. Es por esta razón que la mayoría de turistas extranjeros que arriban a Puerto Maldonado no se quedan en la ciudad sino que viajan inmediatamente a alguno de los albergues turísticos ubicados principalmente sobre el rio Madre de Dios y el rio Tambopata en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Sin embargo, esto viene cambiando en los últimos años, dado el crecimiento de la oferta hotelera de la ciudad de Puerto Maldonado y el súbito aumento del visitante nacional a la región. Si bien todavía la mayoría de visitante llegan a albergues de mediano y alto costo, cada vez se más se abren nuevas alternativas cercanas a la ciudad de Puerto Maldonado, que permiten al visitante de presupuesto medio y bajo, realizar diversas actividades como la observación de aves y mariposas, hacer caminatas y paseos en bicicleta, paseos por el rio en kayac, caminar por puentes colgantes, lanzarse por una tirolesa, probar comida típica de la región, hacer yoga, etc.

¿Cuántos turistas van a Madre de Dios?
El ecoturismo en Madre de Dios y especialmente en la provincia de Tambopata viene creciendo de forma constante y se presenta como una gran oportunidad de desarrollo verde. De acuerdo con Kirkby et al. (2011)[4], el año 2005, el ecoturismo generó 11.8 millones de dólares de los cuales, 3.8 millones fueron gastados directamente en la región. De acuerdo con este mismo autor, el 2005 arribaron a Tambopata 39,565 turistas. Es decir cada turista dejo unos 96 US$ en Madre de Dios. Si extrapolamos este valor al año 2016 donde se estima que llegaron 80 mil turistas, los ingresos a la región de Madre de Dios superarían los 7.6 millones de US$ por año. Si bien esta suma parece importante, no es todavía significativa para la economía de la región, sobre todo si lo comparamos con el destructivo avance de la actividad minera ilegal e informal.

Las amenazas latentes al turismo
La minería aurífera ilegal e informal es sin duda la mayor amenaza a la actividad del turismo sostenible en la región de Madre de Dios. Su rápido avance en la última década, ha desplazado a la agricultura y ganadería como principal impulsor de la deforestación. A esto, se suma el agravante del derrame de mercurio utilizado de forma irresponsable el cual ingresa a la cadena alimenticia convirtiéndose en un importante problema de salud pública. Si bien el Estado Peruano y algunas organizaciones no gubernamentales vienen luchando para eliminar la minería ilegal y mitigar los impactos de la minería informal, todavía se está lejos de una solución que implique un aprovechamiento ordenado, sin contaminación con mercurio, con cierre de mina adecuado, restauración ecológica, sin trata de personas, crimen y recaudación de impuestos. Si bien la actividad turística se realiza en zonas donde casi no se observa minería, la amenaza sigue latente, sobre todo porque la imagen internacional de Madre de Dios, como lugar prístino, lleno de fauna silvestre puede ser afectada severamente. Esto acompañado de los eventos de violencia que se producen en las zonas mineras, son factores que pueden poner en peligro el crecimiento sostenido que viene mostrando en turismo en Madre de Dios. Afortunadamente, existen suficientes evidencias que señalan que el turismo ha logrado posicionarse en lugares donde la minería no ha podido entrar. El turismo viene generando una masa crítica de personas e intereses que pueden influir en los tomadores de decisiones para proteger esta actividad. Estos intereses van más allá de las empresas pioneras de más recursos ya que ahora, incluyen por ejemplo a comunidades nativas que vienen implementando el ecoturismo como una actividad importante para su desarrollo.  Además, organizaciones como el Centro de Innovación Científica Amazónica- CINCIA, viene trabajando para reducir los impactos de la minería informal desarrollando tecnología para la recuperación de las áreas afectadas y la eliminación del mercurio en la cadena productiva. Si bien, la batalla no está ganada, el constante crecimiento del ecoturismo en la región de Madre de Dios es una clara muestra que se sigue apostando por una actividad que viene mejorando la calidad de vida de la población local, conservando el bosque y la biodiversidad, y generando divisas a nuestro país.




[1] Dato obtenido de MINCETUR.
[2] 17 mil turistas visitaron la RNT en el 2006
[3] Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas
[4] Kirkby, C. et al. 2011. Closing the ecoturism-conservation loop in the Peruvian Amazon. Environmental Conservation 38(1):6-17.

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